En esta lengua
que no es la mía,
te propongo:
compartamos la saliva.
Endulcemos la expresión
a besos: hágamoslo
bonito.
Sudemos la pasión
absorbida.
Hagámoslo, estos besos
no pueden
caer en el olvido.
Hagamos de todo hoy,
menos morirnos de las
ganas.
¿qué nos cuesta admitir
que
nos deseamos juntos en
la cama?
Y para qué hacer
planes
si contigo no hay
problemas
si contigo ya no
hay novedades,
tan sólo
ha pasado un día más
y
sin tus labios aún muero de hambre.
He compuesto sinfonías con la forma
en que pronuncias mi nombre.
Las escucho bien
altas, cuando,
entre las sábanas, el frío de tu ausencia
me
provoca pesadillas en la noche.
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